Las ciudades quieren liderar el camino hacia la sostenibilidad
El 54% de la población mundial vive en áreas urbanas (el 75% en España) y en el año 2045 las previsiones del Banco Mundial indican que la cifra se multiplicará por 1,5, llegando a los 6.000 millones de urbanitas. Su gran volumen de población convierte las ciudades en un actor clave en la lucha contra el cambio climático y son muchas ya las urbes que se han puesto manos a la obra para convertirse en ciudades más sostenibles.
¿Qué se entiende por una ciudad sostenible? Deben ser espacios el máximo de autosuficientes posible, tanto energéticamente como alimentariamente, cuyas fuentes energéticas principales sean renovables; espacios sin malos humos, pensados más por el transporte público y los peatones que por el vehículo privado; con un uso eficiente del terreno y que minimicen las gestión de residuos convirtiéndolos, de existir, en recursos.
La sostenibilidad es una necesidad para las ciudades, como ponen de manifiesto los cada vez más frecuentes episodios de contaminación del aire de las áreas metropolitanas de Madrid y Barcelona. Pero este no es el único problema medioambiental al que deben hacer frente las urbes: la escasez de agua, los temporales de mar o las olas de calor son algunos de los efectos del cambio climático que ya les están pasando factura por no hablar del gasto económico que supone la gestión de una creciente gran cantidad de residuos.
Pero la sostenibilidad es también una oportunidad. Las ciudades son espacios con un muy elevado consumo energético (se estima que consumen cerca de dos tercios de la energía producida en el mundo) y con un claro déficit en su generación. La autosuficiencia y la eficiencia energética les aportan un importante ahorro económico además de suponer una reducción de su emisión de gases de efecto invernadero (son responsables de más del 70% de las emisiones).
Las ciudades más sostenibles
Zúrich, Singapur y Estocolmo encabezan el ranking mundial de las ciudades más sostenibles elaborado por Arcadis el año pasado, en el que predominan las ciudades europeas. Madrid y Barcelona, sin embargo, no aparecen hasta los puestos 20 y 24, respectivamente. A nivel nacional, la lista está encabezada por Madrid, según el estudio 25 Ciudades Españolas Sostenibles, del 2012. Le siguen Vitoria-Gasteiz, Bilbao, Barcelona y Pamplona.
Cabe destacar el caso de Vitoria-Gasteiz, que fue Capital Verde Europea en 2012. Se trata de una de las ciudades españolas que más esfuerzos ha dedicado a la protección y promoción del medio ambiente. El año pasado la ciudad fue campo de pruebas para un sistema de riego inteligente en el marco del proyecto europeo IRRIGESTLIFE y para un proyecto también europeo sobre movilidad sostenible consistente en un planificador de rutas para móviles que se complementa con una flota de 14 motos eléctricas.
Por su parte, Cádiz ha sido noticia recientemente por el acuerdo del Ayuntamiento para que todos los edificios municipales, el alumbrado público, los semáforos y el 80% de los contratos domésticos de la ciudad se beneficien de energía totalmente renovable, gracias a la compra de electricidad certificada 100% verde por parte de la empresa comercializadora Eléctrica de Cádiz, de la que el consistorio gaditano es socio mayoritario.
También las ciudades más pequeñas se han puesto manos a la obra. Es el caso de Rubí que con el proyecto Rubí Brilla quiere convertirse en un referente nacional e internacional en la eficiencia energética y el uso de energías renovables en entornos industriales, comerciales y domésticos, como factor de mejora de la competitividad y mejora ambiental del territorio.
Financiación mediante ‘crowdfunding’
Emprender las reformas necesarias para que las ciudades sean más sostenibles no sale gratis, si bien es cierto que a medio y largo plazo estas medidas pueden suponer grandes ahorros económicos. A menudo los ayuntamientos, especialmente los más pequeños, se encuentran con dificultades para obtener el dinero necesario para ejecutar estos proyectos. El crowdlending es para estos consistorios una oportunidad para conseguir la financiación necesaria mientras que para los inversores es un método seguro y rentable de sacar provecho a sus ahorros.
Desde la plataforma de financiación colectiva ECrowd! se han financiado con éxito varios proyectos en esta dirección, como la implantación de calderas de biomasa en instalaciones municipales, la mejora del aislamiento térmico de la fachada de edificios públicos o bien la instalación de puntos de recarga con energía solar para vehículos eléctricos.
Construir las ciudades sostenibles del futuro es un reto, pero también una oportunidad de inversión.
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