Los ayuntamientos también apuestan por el crowdlending
Viladamat (Girona) es el primer municipio de España que ha acudido al crowdlending para financiar un proyecto municipal. Para el préstamo colectivo, el consistorio ha confiado en nuestra plataforma de financiación colectiva, ECrowd!. Los 8.800 euros recaudados servirán para la implantación de una instalación solar fotovoltaica de autoconsumo en el tejado del edificio del propio ayuntamiento. El dinero ha sido aportado únicamente por inversores del mismo municipio, ya que se decidió dar acceso prioritario a la inversión a los vecinos con el fin de fomentar esta nueva forma de participación ciudadana. Además de pasar a la historia de la financiación colectiva y de sacar un buen rendimiento a sus ahorros, los vecinos de Viladamat harán que su ayuntamiento pague un 20% menos en el recibo de la luz y recortarán sus emisiones de C02 en 2,5 toneladas al año.
El caso de Viladomat es el primero, pero seguro que no será el único. Al sector público le está costando dar el salto hacia la financiación colectiva. Los ayuntamientos, por su menor complejidad administrativa, son los más indicados para empezar este camino. El ejemplo de Viladamat puede animar a otros municipios a probar el crowdlending. El potencial es enorme, debido a la creciente voluntad de muchos pueblos y ciudades de implantar proyectos de energías renovables y de eficiencia energética en sus edificios publicos.
En países como Reino Unido o Francia, más avanzados en el campo de la financiación colectiva, los proyectos como el de Viladamat van despuntando poco a poco. La localidad de Swindon, en el suroeste de Inglaterra, y la plataforma de financiación alternativa Abundance impulsaron a principios del 2016 el primer acuerdo solar local del Reino Unido. El éxito fue tal que a finales del mismo año repitieron la hazaña con una segunda alianza: en sólo cuestión de semanas consiguieron recaudar 2,3 millones de euros para financiar una granja solar de 5 MW. Y el propio municipio invirtió los 2,8 millones de euros que faltaban para completar la inversión.
Otra modalidad al alza son las colaboraciones público-privadas para el impulso de proyectos socialmente responsables, según nos explican desde Abundance. Esa plataforma está trabajando en varias iniciativas público-privadas en el Reino Unido en estos momentos. Un ejemplo: una empresa privada construye una escuela municipal y firma con el Ayuntamiento un contrato de leasing.
Las ciudades francesas también se están poniendo las pilas en cuanto a financiación colectiva. La plataforma Lendosphere ha creado una iniciativa para animar a las ciudades a cambiar su iluminación pública por otra más eficiente financiándose mediante crowdlending.
Los ayuntamientos se comprometen con el medio ambiente
Las ciudades españolas están cada vez más comprometidas con el medio ambiente. Amigos de la Tierra señala que son ya más de 700 los ayuntamientos que han decidido sumarse a la electricidad 100% renovable. Esta larga lista está integrada por las dos grandes capitales, Madrid y Barcelona, que se sumaron a principios de año, y por ciudades como Bilbao, Vitoria, San Sebastián, Zaragoza, Cádiz, Alicante, Toledo, Ávila, Tarragona o Córdoba, que han sido de las últimas en unirse al club.
“Existe una corriente renovable que va contagiando a buena parte de los municipios españoles, que no quieren quedarse atrás en el avance imparable hacia un nuevo modelo energético basado en fuentes renovables. Un paso muy importante para reducir la contaminación en las ciudades y combatir el cambio climático”, asegura la organización ecologista.
Otra muestra del compromiso de las ciudades con la lucha contra el cambio climático es la Declaración de Sevilla por la Economía Circular, ratificada por más de 60 ayuntamientos españoles y europeos. Este documento surge con el objetivo de impulsar políticas de economía circular en el seno de las ciudades. El texto recoge la necesidad de establecer un modelo de desarrollo sostenible que permita reducir el consumo de recursos naturales impulsando el reciclaje y la reutilización. Entre las prioridades que recoge la declaración, destacan aspectos como la promoción de actividades socioeconómicas respetuosas con el entorno y que generen empleo verde, el apoyo al llamamiento “Ciudades por una Economía Circular” que realizó la ciudad de París en 2015, o la importancia del papel que juegan los gobiernos locales por su cercanía a la ciudadanía.
Desde ECrowd! animamos a los ayuntamientos a no dudar en optar por la financiación colectiva para financiar estos tipos de proyectos sostenibles.
Con el crowdlending todos ganan: los ayuntamientos consiguen el dinero necesario utilizando una nueva fórmula de participación ciudadana, el inversor, sea local o no, saca partido a sus ahorros y el medio ambiente sale beneficiado porque se reduce el consumo de energía procedente de fuentes fósiles y la emisión de gases de efecto invernadero.
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