Desinversión: contra las inversiones en combustibles fósiles
El movimiento de desinversión en combustibles fosiles, que anima a no invertir en proyectos de combustibles fósiles, crece día a día. Hay que tener muy presente, respecto al cambio climático, que la cuenta atrás sigue avanzando.
Desde el punto de vista de la política y de las sanciones económicas el límite está fijado: año 2020. Si los países europeos firmantes del compromiso 20/20/20 no consiguen un 20% de eficiencia energética, no reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20% y no hacen que el 20% de la energía consumida venga de fuentes renovables, si los países no cumplen esos compromisos, las sanciones económicas serán importantes, y también el descrédito de países que sí están cumpliendo, como Alemania, Bélgica o Reino Unido.
Hasta aquí el ámbito de la política. Pero, ¿qué ocurrirá con la vida en nuestro planeta si la tendencia al consumo desmedido y al derroche se alarga ininterrumpidamente? Los científicos no se ponen de acuerdo en cuánto tiempo nos queda si seguimos con el mismo ritmo de producción y consumo, pero sí hay una sola voz cuando se habla de las consecuencias: el petróleo es limitado y nuestro actual modelo de producción y vida no podrá sostenerse cuando falte. Este escenario futuro no tiene fecha, pero sus terroríficas consecuencias tendrían que ser suficientes para animarnos a cambiar el modelo.
Desinversión en combustibles fosiles
Con esta idea la ONG mundial 350.org lanzó en 2012 la campaña FossilFree, Desinvierte en combustibles fosiles, una iniciativa para desincentivar las inversiones relacionadas con combustibles fósiles. Sus ideólogos afirman que se basan en el movimiento anti-Apartheid que a mediados de los 80 animó a gobiernos y empresas de todo el mundo a retirar sus fondos y a no invertir en proyectos que continuaran con el modelo segregacionista.
Divestment (desinversión en ingles), el nombre reducido de la campaña, cuenta con el apoyo de más de un centenar de instituciones colaboradoras, entre las que se incluyen ciudades, universidades, fundaciones, asociaciones civiles y agrupaciones religiosas de todo el mundo, con especial presencia de Estados Unidos y de Europa. Una de las instituciones activistas que con mayor fuerza está difundiendo la causa es el diario británico The Guardian, que actualiza regularmente un espacio de información y divulgación acerca del cambio climático y los combustibles fósiles bajo las siglas de la campaña.
A través de su web (http://gofossilfree.org/), los impulsores de la campaña explican cómo se puede participar, y ponen nombres y apellidos a los activistas que están dando de lado la inversión en combustibles fósiles. Hablan de pensionistas alemanes que están redistribuyendo sus ahorros y abandonando los fondos que, de un modo u otro, financian proyectos relacionados con el petróleo, el gas natural o el carbón; hablan de universidades que han dejado de ofrecer becas a investigaciones energéticas si éstas no provienen de fuentes renovables; y también arrojan luz sobre acciones más pequeñas, como protestas o iniciativas locales, que se extienden a lo ancho del mundo y están impulsadas por jóvenes que no quieren que el modelo productivo siga sosteniéndose sobre los combustibles fósiles.
Nuestra alternativa a estas inversiones
En España tenemos una plataforma que conserva el espíritu anti-combustibles fósiles de la campaña Divestment y que, además, ofrece una alternativa a esa clase de inversión. Una plataforma de crowdlending que aboga por los proyectos de impacto positivo, aquellos que tienen por objetivo el bien de la sociedad y del entorno. En ECrowd! entendemos que continuar invirtiendo en combustibles fósiles sólo es un paso más hacia nuestra destrucción y por ello hemos pasado al ataque: ¿qué mejor forma hay de combatir el cambio climático y la dependencia de los combustibles fósiles que apostar precisamente por proyectos de energía renovable y de eficiencia energética?
Si sientes que tus ideales están en esta línea y quieres pasar a la acción financiando estas ideas, y recibiendo buenos intereses por ello, pásate por nuestra sección de proyectos de impacto positivo para invertir.
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Quería señalar un asunto fundamental que no aparece en el texto de arriba, donde se dice que
«hay una sola voz cuando se habla de las consecuencias: el petróleo es limitado y nuestro actual modelo de producción y vida no podrá sostenerse cuando falte. Este escenario futuro no tiene fecha, pero sus terroríficas consecuencias tendrían que ser suficientes para animarnos a cambiar el modelo.»
Hay que añadir lo mas grave que según los informe de ONU y NASA no será la falta de petroleo si no la el incremento cada vez mas rápido de las temperatura que llevará a cambiamientos climáticos incontrolables devastadores que amenazan la superveniencia de nuestra especie, a través de sequías, hambrunas, destrucción de bosques cultivos y animales necesarios a la subsistencia humana, inestabilidad política, conflictos sociales, migraciones masivas, y en el peor de los escenarios la alteración de parámetros ambientales adecuados para la vida en la tierra.