¿Por qué tienen tanto éxito las inversiones de impacto positivo?
Ni son una moda pasajera ni su razón de ser es convertirse en publicidad ‘buena’ para las empresas. Las inversiones de impacto positivo han llegado para quedarse y son sobre todo rentables, además de necesarias para el bien del planeta y la sociedad. Para los escépticos o aquellos que todavía no lo vean claro, les resumimos en diez las realidades que están detrás del éxito de este tipo de inversiones.
- Impacto positivo equivale a rentabilidad. Las inversiones de impacto positivo cumplen con la regla de las «tres pes» (People, Planet & Profit; personas, planeta y beneficios). Es decir, el inversor no renuncia a la rentabilidad ni debe conformarse con sacar un menor provecho de sus ahorros, al contrario. Se ha demostrado que “la adopción de prácticas prudentes en materia de sostenibilidad ejerce un efecto positivo sobre la rentabilidad de la inversión” (Estudio From the Stockholder to the Stakeholder: How Sustainability Can Drive Financial Outperformance).
- Mayor seguridad a largo plazo. Al tener en cuenta factores como los efectos del cambio climático o las reservas de recursos naturales, son inversiones más seguras a largo plazo. También suelen avanzarse a las obligaciones legales en materia de sostenibilidad, con lo que juegan con ventaja.
- Aptas para todos los públicos (mayores de 18 años). Aunque son los millenials (los nacidos en los años 80 y 90) los que más se interesan por este tipo de inversiones, la demanda de inversiones de impacto positivo está bastante repartida entre los distintos grupos de edad. Tampoco es un nicho para idealistas, ecologistas o hípsters. Este tipo de inversión mueve billones de euros en todo el mundo, prueba de que la sostenibilidad y el bienestar de las personas son una forma inteligente de hacer dinero, más allá de un ideal.
- Cuestión de ética y transparencia. Con los fondos de inversión o depósitos tradicionales se puede estar financiando -sin quererlo ni saberlo- proyectos armamentísticos o bien que destruyen el medio ambiente (¿Dónde invierten los bancos?). En cambio, las inversiones de impacto positivo se caracterizan por su mayor transparencia con lo que el ahorrador tiene la seguridad de que su dinero no es invertido en proyectos que no son de su agrado.
- El avance de las FinTech. Hablar de inversiones con impacto positivo requiere hablar del sector de las FinTech, empresas de servicios financieros que utilizan la última tecnología para ofrecer sus servicios. Este tipo de inversiones se han servido inicialmente de las FinTech para crecer, aunque la banca tradicional ya está incorporando en sus carteras productos financieros de estas características.
- El momento del capitalismo consciente. El capitalismo no es malo per se, el problema es el cómo. El Capitalismo Consciente es una filosofía que se basa en los fundamentos básicos del capitalismo (generación de riqueza, emprendeduría, competencia, libertad de comercio…) pero añadiéndoles elementos como la confianza, la compasión, la colaboración y la creación de valor. El éxito del movimiento BCorp, con su único fin que todas las compañías compitan por ser las mejores para el mundo, es otra manifestación de esta filosofía.
- Inversiones reguladas por la UE. Ante la creciente oferta y demanda de productos de inversión ‘verdes’, la Unión Europea ha regularizado el sector para poner orden y evitar malas prácticas. El objetivo es fijar unos criterios comunes, garantizar que realmente son inversiones respetuosas con el medio ambiente y proteger al ahorrador.
- Incentivos fiscales. El sector financiero juega un papel muy importante en la consecución de los objetivos climáticos fijados en la cumbre de París. Para cumplir con ellos será necesario incentivar de algún modo los productos de inversión verdes, por ejemplo, reduciendo los impuestos sobre los beneficios. Ya hay países que aplican medidas en esta dirección. España no es uno de ellos todavía.
- Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Naciones Unidas ha fijado al mundo 17 objetivos para el año 2030. Las metas se pueden resumir en tres principios básicos: terminar con la pobreza extrema, luchar contra la desigualdad y la injusticia y poner soluciones al cambio climático. Pero nada es gratis y estos 17 objetivos van a necesitar de millones de euros en inversiones. Inversiones que a medio y largo plazo pueden llegar a ser muy rentables.
- Capital Natural. Además del capital financiero y del capital humano, las empresas están incorporando un tercer capital: el natural. Se trata del valor que, en términos económicos, puede asignarse a la relación de una empresa con la naturaleza. La consideración de este factor permite reducir los riesgos derivados de su inadecuada gestión y aprovechar las oportunidades que se derivan de ello.
Ecrowd!, como plataforma de crowdlending especializada en proyectos de impacto positivo, forma parte también del éxito de este tipo de inversiones. Un éxito que no sería posible sin las empresas u otras organizaciones que confían en nosotros para financiar sus proyectos ni sin la confianza que depositan en nosotros los inversores. ¡Entre todos impulsamos la inversión de impacto positivo!
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